consejos y tendencias
Uñas sanas: Do’s y Don’ts para conseguirlas
Todas las partes del cuerpo atraviesan diferentes momentos y estados: que si el pelo tal o cual, que si unos kilos más o unos kilos menos, que si más granitos; pero es que lo de las uñas es un mundo aparte. Hay meses que están en lo más alto y otros que se convierten en un cúmulo de desperfectos (dicho desde el cariño). ¿Quieres unas uñas sanas full time? ¡Vamos a por ello! O a por ellas, mejor dicho.
Cómo tener unas uñas sanas
He aquí la cuestión. Y la solución… en breves también, ya verás. Pero primero, es muy importante que sepas qué aspecto tienen unas uñas saludables. Por lo general son lisas, no tienen ni surcos, ni manchas, ni estrías y presentan un color tirando a rosado. Si adoptan otro tono, malo. ¿Quieres convertirte en una gurú de las uñas bonitas? Para asegurarnos de tu ascenso te dejamos dos listas: una con los Do’s y otra con los Don´ts.
Lo que SÍ debes hacer para tener unas uñas sanas
• Cuando te laves las manos —la higiene diaria es fundamental—, procura siempre secarlas bien. Así evitarás que se reblandezcan e incluso que aparezcan bacterias u hongos (no te asustes, pero más vale prevenir que curar).• Para que no broten sobre la marcha capas y astillas, lima siempre tus uñas siguiendo una misma dirección y sin trompicones. Desde el borde hacia el centro; primero por un lado y luego por el otro.
• Utiliza productos que las fortalezcan. Es más, antes de usar un esmalte, nunca —esto es importante— te olvides de aplicar primero una base. Strong Start de essie, por ejemplo, contiene biotina y endurecerá tus uñas con solo una capa.
• No te la juegues con cualquier esmalte. La composición del mismo importa y mucho. La gama Treat, Love & Color de essie, aparte de colores de tendencia, te ofrecerá muchísimo cuidado. Y nada de saltarte la base, ¡ejem!
• Hidrata tus cutículas. En vez de retirarlas cada vez que te hagas la manicura, lo que tienes que hacer es aportarles hidratación para que sea más fácil empujarlas sin tener que eliminarlas. La cutícula cumple con una función fundamental que es la de recubrir tu uña y protegerla de posibles infecciones. Cuídalas con el aceite Apricot Cuticle Oil de essie.
• Hidrata tus manos. Aplícate una crema todas las noches (no te olvides de extenderla sobre tus uñas y cutículas también) y déjala que actúe mientras duermes.
• Cuida tu dieta. El consumo de salmón, frutos secos, verduras, aguacate, productos lácteos que aporten calcio y alimentos ricos en vitaminas A y B puede influir más de lo que crees.
Lo que NO debes hacer para tener unas uñas sanas
• Cortarlas. Siempre que puedas es mejor limarlas, pero si no te queda más remedio utiliza herramientas específicas de manicura. Toma como referencia la forma de tu cutícula para que el acabado sea más natural.• Exponerlas a agentes externos perjudiciales. Nos referimos a productos químicos o al propio frío. Siempre debemos protegerlas, por muy obvio que te parezca de primeras.
• ¡Mordértelas! Sabías que este don’t no iba a faltar en esta lista, ¿verdad? Cada vez que te las muerdes las estas volviendo más blandas, frágiles y débiles. Un flaco favor, vaya.
• Arrancarte los padrastros. Con el de arriba, es el otro error por excelencia. Antes de tirar, recórtalos con cuidado. Ten en cuenta que al estirar puedes estar arrastrando también tejido sano.
• Dejar de ir al médico. Si tus uñas presentan algún tipo de trastorno (ya sea relacionado con el color, con que te salgan rayas, esquirlas o con una debilidad extrema), lo mejor que puedes hacer si este persiste es acudir a un especialista. Dicen que las uñas son un buen chivato de los problemas de nuestro cuerpo. No las descuides.
Ya sabes lo que sí, pero también sabes lo que no. A ver hacia dónde se inclina la balanza. Por el bien de tus manos esperemos que hacia el lado bueno, el de las uñas sanas.