consejos y tendencias
Uñas ombré: ¿te atreves a hacértelas tú misma?
De las mechas ombré estamos seguras de que has oído hablar pero, ¿y de las uñas ombré? ¿Por lo menos te suenan? Pues el concepto es el mismo: realizar un degradado muy sutil de color; con la diferencia de que no es en el pelo, sino en las uñas. Challenge accepted?
Paso a paso para hacerte las uñas ombré en casa
Lo primero que necesitas es seleccionar los dos colores con los que vas a trabajar. Pueden ser tres (o más), pero si es la primera vez que te enfrentas a esta técnica, vayamos por partes. Nosotras, de momento, te proponemos un combo de lo más primaveral: el tono azul bebé Salt Water Happy + el rosa palo Romper Room; ambos de la amplísima colección de esmaltes de essie. Empezamos, ¿no?
1. Prepara la superficie de la uña
Y esto hazlo siempre; ya te vayas a hacer unas uñas ombré, una manicura francesa o una minimalista. Trabajar bien la uña desde el principio influirá directamente en el resultado final. Elige una base para tu manicura y aplica una sola capa. Con Here to stay, por ejemplo, protegerás, alisarás la superficie y aumentarás la duración del color de un solo brochazo (smiley face).2. Llena tus uñas de color
¡Pasemos a la acción! Es el turno de escoger qué color quieres utilizar de fondo. Nosotras lo sabemos: 2 capas del azul Salt Water Happy, lisas, completas y hasta el final de la uña (como si estuvieras en medio de una manicura normal). Y ya tienes la mitad del trabajo hecho. Un consejo; no tengas prisa y deja tiempo entre capa y capa. ¿Que aunque estés en casa la impaciencia te puede? Acelera el secado con las gotas Quick-e de essie.3. ¡Comienza el degradado!
Y he aquí el “quid” de la cuestión. Una vez que te asegures de que el azul está completamente seco, es el turno del rosa, en este caso del tono Romper Room. Coge tu esmalte con confianza y arrastra el color de forma desenfadada e irregular solo al final de la uña. ¡Esta es la clave! Que el rosa solo ocupe el extremo superior y que tengas claro que lo que buscas es un efecto desteñido en el que se fundan ambos colores y no un acabado perfecto donde se aprecie dónde acaba un tono y dónde empieza el otro. ¿Un truco? No sobrecargues mucho el pincel. Ten en cuenta que solo vas a pintar la punta.4. Remata el degradado
Vuelve a ser el turno del azul. Pero esta vez se trata de un cepillado en seco. Es decir, con el pincel azul completamente escurrido vamos a volver a hacer hincapié en la zona donde se unen ambos colores y a fundirlos más aún. Objetivo: que quede lo más natural posible.5. Sella el color
Bueno, y antes de sellar la manicura con un top coat (fundamental)… ¡la limpieza! Con un cepillo fino mojado en quitaesmalte elimina los restos de pintura que te has dejado repartidos por el contorno de tus uñas y deja tus manos niqueladas. Sí, vale, ¡te lo has currado! Y sentimos interrumpir el momento flechazo que estás viviendo, pero tenemos otro punto fuerte que mencionarte: ¿te imaginas la cantidad de combinaciones posibles? In-fi-ni-tas.